Hace unos días me llegó la información del próximo estreno de la película El Faro de las Orcas. Debido a la especial relación que nuestra familia ha mantenido siempre con ellas, me llamó la atención e investigué un poco más…y ooooh sorpresa! Es la historia real de Roberto Bubas, un naturalista argentino especializado en orcas del que ya tengo noticias, y de cómo la llegada a Península Valdés de una madre y su hijo con autismo le cambiaron la vida. Y de cómo el niño “se conectó” con ellos a través de su relación con las orcas.
No me lo podía creer, era como si alguien hubiera puesto una cámara oculta en nuestras vidas…así que me muero por ir a verla, parece que estos majestuosos animales han contribuido a la conexión de más de un niño con autismo.
Aquí viene la parte que nos afecta a nosotros directamente. En 1994 yo estaba embarazada de Aleix, y el zoo de Barcelona decidió trasladar a la orca que vivía en sus instalaciones (Ulises) a California, por una cuestión de espacio. Seguí muy de cerca el tema, y me afectó profundamente.
Luego llegó Aleix, y de modo inexplicable, una obsesión innata por los cetáceos y en especial las orcas. Nos sabíamos las pelis de “Liberad a Willy” de memoria, de tantas veces que las vimos. Todos los sábados iba al zoo a ver a los delfines.
Luego vino un viaje a República dominicana para verlas en libertad. Luego fue “de gran, seré veterinari de balenes”.
Luego, nuestro primer viaje a Tarifa, para verlas en el estrecho de Gibraltar.
Luego una semana embarcados en un curso de vida marina en 2009, luego otra vez a Tarifa, y otra.
Esa ilusión alimentó los esfuerzos de Aleix por seguir con sus estudios hasta terminar el bachillerato científico, y hacer su Treball de Recerca sobre los cetáceos. Para poder hacerlo mejor, solicitó una plaza de voluntario de apoyo en un barco de investigación en el estrecho, y el verano de 2014 estuvo allí 15 días. Las empresas de avistamiento se lo rifaban para quedárselo como voluntario todo el verano. No pudo ser, y ahora, como sabéis, está en Irlanda encontrándose a sí mismo. Peor yo estoy segura de que las orcas volverán a llamar a su corazón en cualquier momento, las lleva en la sangre.
Así que, como veis, no me puedo perder “El Faro de las Orcas”. Una historia real sobre el impacto de la naturaleza en el despertar de nuestros chicos especiales. Os animo a todos a verla